La injerencia cubana en la planificación de la represión sistemática y su participación en el crimen de la tortura en Venezuela. Diciembre 12, 2019 (dado a conocer recientemente). El Instituto CASLA denunció ante la CPI, la participación de funcionarios cubanos y oficiales de inteligencia, en la planificación y comisión del crimen de la tortura, luego
La injerencia cubana en la planificación de la represión sistemática y su participación en el crimen de la tortura en Venezuela.
Diciembre 12, 2019 (dado a conocer recientemente). El Instituto CASLA denunció ante la CPI, la participación de funcionarios cubanos y oficiales de inteligencia, en la planificación y comisión del crimen de la tortura, luego de haber obtenido por lo menos 12 testimonios directos de víctimas que señalaron su presencia, cuando estaban siendo torturados en distintos centros donde permanecían detenidos, bien sea oficiales o clandestinos. Este año hemos querido referir la importancia que tiene la presencia cubana en la inducción y represión que lleva el régimen venezolano contra toda la población.
El Instituto CASLA ha obtenido testimonios de ex funcionarios de inteligencia y desertores de estos cuerpos, así como de militares y civiles venezolanos que nos han indicado cómo participa el régimen cubano en la inducción de la represión. La cabeza que organiza, controla y conoce todo sobre quiénes son, cuantos llegan, qué hacen y cómo participan, es el Embajador de ese país. Nada sucede, sin su conocimiento. Los cubanos instruyen constantemente en técnicas de represión, intimidación y seguimiento, a miembros de la FANB e inteligencia, para que ellos realicen labores de investigación y espíen a sus propios compañeros y familias, a líderes políticos y sociales y hacerle seguimiento directo al malestar social. Estas labores de inteligencia cubana la realizan con pleno conocimiento de Vladimir Padrino López, ministro de Defensa, del Comando Estratégico Operacional (CEOFANB) a cargo de Remigio Ceballos y del General Iván Hernández Dala, director de la DGCIM. Milicianos del G2 cubano y Grupo Gruce, estarían implicados directamente en la comisión del crimen de la tortura en Venezuela. Son conocidos por el apodo dado por los propios militares y funcionarios venezolanos como “los isleños” y tendrían su propia sala de operaciones en Fuerte Tiuna en Caracas, desde donde se organizan, conjuntamente con el titular de la Defensa y el CEOFANB, la planificación de acciones a tomar en todo el territorio nacional. La injerencia del régimen cubano en Venezuela no es ningún secreto. Su intercesión por invitación expresa del fallecido presidente Hugo Chávez fue pública y ocurrió desde su primer período presidencial, que fue creciendo a medida que iba perdiendo popularidad y el gran apoyo obtenido sus primeros años. Para hacer un poco de historia, en febrero del año 2010, Hugo Chávez puso al frente de una comisión técnica que abordaría la crisis a Ramiro Valdés, fundador del G2 cubano y del Ministerio del Interior. Para ese entonces, los cubanos ya tenían presencia en la administración pública venezolana, en el sector salud con la “misión Barrio Adentro” que hoy en día, se estima tiene alrededor de 25 mil cubanos en el país. También están involucrados en el sistema de identificación e inmigración, que consideramos punto estratégico de control, con toda la gravedad que esto implica en los grupos de civiles que acompañan a los organismos de seguridad denunciados en varias incidencias, y que actuaron visiblemente en operaciones como en la operación policial donde fue asesinado Óscar Pérez y su grupo, o en los crímenes ejecutados contra el Pueblo Pemón, en el estado Bolívar. Traemos a colación un análisis de Stratfor, publicado en un artículo titulado: “Why Venezuela’s President is Forming His Own Militar? “¿Por qué el Presidente de Venezuela está formando su propio ejército?” el 03 de abril del 2017, que alertaba sobre la creación de una nueva fuerza paramilitar con gran influencia de una entidad chavista identificada con Cuba. En marzo del 2017, el ex alcalde del municipio Libertador y dirigente del gobernante Partido Unido Socialista de Venezuela , Freddy Bernal, anunció la adecuación de las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez en Cuerpo de Combatientes para la Defensa Integral de la Nación. El grupo de Stratfor comenta en su artículo, que la tendencia ideológica de estos Cuerpos de Combatientes estaba fuertemente influenciada por el Frente Francisco de Miranda, un ala del PSUV que se identifica estrechamente con Cuba, que controla varios ministerios, la vicepresidencia y ejerce influencia directa sobre las UBCH. Stratfor además señaló, que la decisión de transformar al grupo en una milicia, desplazaría su cadena de mando a la jerarquía militar, donde funcionará como una rama auxiliar de las fuerzas armadas que el presidente puede controlar directamente, en caso de crisis nacional. El Instituto CASLA obtuvo como primicia, el testimonio del Teniente Ronald Dugarte Silva, adscrito a la DGCIM, quien desertó en marzo de este año. Dugarte entregó videos sobre las salas de tortura ubicadas en los sótanos de dicho organismo de inteligencia en Caracas, y además narró, tanto para la CPI como para la rueda de prensa que el Instituto CASLA realizó conjuntamente con la SG de la OEA ese mes, como los cubanos están involucrados directamente en el entrenamiento, formación y en la represión y torturas a los venezolanos. Testimonio del Teniente Ronal Dugarte Silva: “Durante mi servicio en el área de operaciones como analista, la cual desempeñé hasta el mes de agosto del 2018, observe con mis propios ojos como la milicia de inteligencia cubana realizaban comisiones mixtas entre militares venezolanos y cubanos para así poder ir a cada RCIM región de contrainteligencia militar las cuales nombro a continuación RCIM-CAPITAL, RCIM-MARITIMA INSULAR, RCIM- GUAYANA, RCIMORIENTAL, RCIM-CENTRAL, RCIM LOS LLANOS Y RCIM-LOS ANDES, cada una de ellas se encuentra a lo largo y ancho de Venezuela la cual su trabajo es la de monitorear mediante mecanismos de inteligencia todas las unidades militares de acuerdo a su área de responsabilidad, al momento de que la milicia de inteligencia cubana ingresa a cada una de las RCIM antes nombradas, ellos le daban o dan órdenes a los generales que comandaban cada RCIM, y a cada uno de los analistas, en cómo realizar el trabajo de inteligencia en cada unidad siempre sembrando odio a cualquier persona que esté en contra del comunismo”. “De igual forma tengo conocimientos de diferentes centros de torturas dentro de unidades militares ubicados en fuerte Tiuna y en lugares clandestinos los cuales solo tienen conocimiento de su ubicación el personal de la milicia cubana y colectivos los cuales no los llamaría por ese nombre como colectivo son 27 más paramilitares que colectivo ya que ellos son adiestrados, formados, entrenados, equipados y armados militarmente además de eso portan credenciales de la DGCIM lo que les da aún más poder de hacer y deshacer lo que quieran en gana, ellos extorsionan, secuestran, torturan y asesinan. En varias ocasiones durante mi permanencia en el área de INVESTIGACIONES pude observar como el MAYOR. Granko nos entregaban prisioneros que ya habían sido torturados. Yo personalmente hable con un prisionero torturado y le pregunte en qué lugar fue torturado el que me respondió que no sabía ya que él estaba vendado pero lo que si sabía era que en ese lugar posiblemente se encontraban presente individuos con acentos extranjero de origen cubano, ese prisionero me contó que los métodos de torturas por las cuales él fue sometido fue la de descargas eléctricas en diferentes partes del cuerpo, asfixias con bolsas plásticas, colgamientos con las manos hacia atrás ,golpes contundentes en las áreas más vitales del cuerpo de igual forma, en unas de las ocasiones que fue torturado, me conto que fue inyectado con una sustancia desconocida la cual lo deja aturdido por varios minutos mientras lo torturaban. Todos estos métodos son el mismo que utilizan los torturadores del área de investigaciones de la DGCIM”. Cubanos acreditados con credenciales de la DGCIM, que dan órdenes a Generales venezolanos y entrenan a funcionarios de inteligencia, que se suman a cientos de personas en todo el país, y son conocidos como “Los Acreditados” o DGCIM paralelo. El Mayor Alexander Granko Arteaga es el encargado de dirigir las acciones de este DGCIM paralelo, que se inició con la primera formación de colectivos al mando de Jhonatan Pérez Noguera (alias “JJ”) para hacer frente armado a las protestas del año 2017. Este grupo fue creciendo, e incluyo a empresarios, funcionarios públicos y militares en puestos claves dentro de la estructura del régimen, a los que se sumaron en el 2019, 300 hombres en todo el país, formados por el Grupo de Acciones de Comando de la GNB al mando del General Sergio Negrín Alvarado. Todas estas personas portan credenciales de la DGCIM, el mayor cuerpo represivo, dedicado no solo a la persecución, encarcelamiento y torturas en sus centros oficiales y centros clandestinos, sino también, a la extorsión y secuestro de quienes no se someten a sus pagos dentro de Venezuela. La influencia cubana en la represión sistemática, y en especial, en la ejecución del crimen de la tortura ha producido el incremento de patrones que traen innovaciones en su ejecución, y el surgimiento de nuevos métodos, así como también, la participación de otras estructuras represivas en la comisión de crímenes de lesa humanidad, ya que son parte de dicha planificación.
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