MIAMI – La continua campaña contra la Organización de Estados Americanos (OEA) y su liderazgo, encabezada por los gobiernos izquierdistas de México y Argentina, que proponen eliminar el organismo y fortalecer a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), es un objetivo poco probable de alcanzar, pero que deja en evidencia a quiénes apoyan las “tiranías” en
MIAMI – La continua campaña contra la Organización de Estados Americanos (OEA) y su liderazgo, encabezada por los gobiernos izquierdistas de México y Argentina, que proponen eliminar el organismo y fortalecer a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), es un objetivo poco probable de alcanzar, pero que deja en evidencia a quiénes apoyan las “tiranías” en la región, dijo el expresidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Diego Arria.
Los presidentes Andrés Manuel López Obrador, de México y el de Argentina, Alberto Fernández, aliados de las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela, encabezan la campaña. El primero, con una fallida política de seguridad contra el crimen organizado, una pandemia que avanza en Mexico, bautizada “abrazos, no balazos”; y el segundo, carece de un liderazgo en su propio país, que hasta la vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner, cuestiona al atribuirle “fallidas” políticas y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que han acrecentado la crisis económica de esa nación.
Apuestan por la desaparición de la OEA, el organismo más antiguo de la región, creado en 1948; el propósito de la idea es invisibilizar los abusos que cometen algunos gobernantes del hemisferio en el ejercicio de sus cargos.
Fernández, que criticó a Estados Unidos – país anfitrión de la IX Cumbre de las Américas -, por no invitar a las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela, solicitó durante su intervención “reestructurar” la OEA “removiendo de inmediato a quienes la conducen”, en alusión directa al secretario general del organismo, Luis Almagro. Y es que, según su criterio, el cambio debe darse si es que el organismo “quiere ser respetado y volver a ser la plataforma política regional para la cual fue creada”.
Mientras México, cuyo presidente no asistió a la Cumbre de las Américas, en “solidaridad” por la exclusión de las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua, y en su lugar envió a su canciller Marcelo Ebrard, pidió “refundar” la OEA y abogó por los tres regímenes autoritarios; sin embargo, ignoró la situación de los presos políticos en esos países, las constantes violaciones a los derechos humanos y los crímenes que se cometen.
Cuba, Venezuela y Nicaragua no fueron invitadas porque no cumplen las normas establecidas en la Carta Democrática Interamericana, el respeto a la democracia siempre ha sido una condición para asistir a ese foro.
Para el expresidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Diego Arria, hay un principio fundamental en relaciones internacionales para lograr ese fin y sustituir a la OEA por la CELAC. “Ya lo han tratado antes”, asegura y precisa que el interés es debilitar a la OEA.
“Creo que hay un principio fundamental en las relaciones internacionales, que el gobierno del Estado que propone alguna medida importante a nivel internacional tiene que estar sentado sobre una plataforma de respaldo popular nacional que le de justamente el piso para poder hablar fuera del país. En el caso argentino adolece de un liderazgo emocional en Argentina, por lo tanto, es difícil que tenga un efecto de carácter internacional como el que está señalando”, subrayó el diplomático.
“Creo que él [Fernández] repitió las palabras del presidente mexicano que dijo que había que eliminar a los directivos de la OEA. La pregunta que debemos hacernos es qué ha hecho la OEA para merecer semejante censura de parte de gobernantes como México y Argentina que son países importantes, ambos le atribuyen responsabilidad [a la OEA] por la salida del poder de Evo Morales, cuando fueron los bolivianos que tomaron esa decisión”, y no han demostrado ningún caso más allá del tema de Bolivia que justifique de alguna manera la eliminación de la OEA, y menos del secretario general”, acotó.
Arria reseñó que el gobernante de Venezuela, el desaparecido Hugo Chávez, fue uno de los que propuso la eliminación de la OEA, con el fin de evitar la evaluación del comportamiento de algunas naciones en materia política y de derechos humanos.
“No es nuevo, Chávez propuso de alguna manera eliminar la OEA, cosa que he visto que el presidente argentino dice que un nuevo proceso en América Latina pasa por la reedición de la OEA y la eliminación de sus conductores actuales. Él lo ve más como un tema de personas y yo al secretario general lo veo más que una causa de la América Latina”, subrayó.
Chávez propuso una organización distinta a la OEA y convocó la cumbre en Caracas para definir las funciones de la CELAC, en diciembre de 2011, cuya fundación se cristalizó en febrero de 2010, en la cumbre del Grupo de Río y de la CALC (Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo, la simiente de la CELAC), en Cancún, México. Esa Cumbre fue propuesta por el expresidente de Brasil, Luis Ignácio Da Silva, que tras su salida del poder, la lideró Hugo Chávez.
El ‘miedo’ de los autoritarios
“El temor de todos ellos es que hay un documento que es la Carta Política de las Américas, aprobada por unanimidad después de la Cumbre de Quebec, fue lo que surgió para plasmarlo en la Carta Democrática Interamericana, en Lima, en septiembre del 2001. Esa carta especifica muy bien cuáles son las características que deben tener los países que integren una organización [como la OEA], y eso lo hacen motivado porque saben que hay algunos países como Cuba, Venezuela, Nicaragua, posiblemente Bolivia y El Salvador, que sean parte peligrosamente de esta situación y por lo tanto caminen excluidos por la Carta Democrática, por las mismas razones que no fueron invitados a Los Ángeles [las tres dictaduras]”.
Para el experto, hay más de una motivación y es lo que la protección de lo que definió como las “tiranías” para “crear un organismo que me parecería sumamente superfluo”.
Negociaciones Venezuela
El secretario de Estados de Estados Unidos Antony Blinken, dijo en declaraciones durante la Cumbre de las Américas que las negociaciones entre la oposición venezolana y la dictadura de Nicolás Maduro podrían restablecerse próximamente.
Ni Maduro ni el gobierno interino de Juan Guaidó fueron invitados a asistir a la cumbre. Y mientras se desarrollaba el encuentro regional, Maduro viajaba a Irán para establecer “acuerdos” en un claro desafío a Estados Unidos y principalmente a la administración del presidente Joe Biden, que ha flexibilizado las sanciones y mostrado señales de un acercamiento con el dictador de Venezuela.
“Noto una confusión o no sé si es una confusión de los que diseñan la política exterior norteamericana o realmente es un desconocimiento más profundo de la realidad venezolana. Desde hace mucho rato se le viene señalando a los Estados Unidos los errores que significa seguir asociados a una serie de iniciativas que no corresponden a los venezolanos que quieren y buscan la libertad, sino a lo que hace un grupo que está en gran medida sometido al condicionamiento, a la influencia del régimen de Maduro”, puntualizó Arria.
El diplomático calificó la visita de funcionarios estadounidenses para reunirse con Maduro, encabezados por el principal asesor de seguridad para América Latina, Juan González, como algo “increíble” y que ha causado un “daño” al gobierno interino.
“La visita que hicieron a Venezuela tres funcionarios del Departamento de Estado me pareció absolutamente increíble y por supuesto ha dañado muchísimo a lo que llaman gobierno interino que ya de gobierno tiene poco, pero por lo menos lo que llaman el interinato. Y estos dirigentes no entendieron que las grandes potencias miran primero sus intereses y después los intereses de los demás. En este caso, parece mucho más interesante [para EEUU] tener la posibilidad de 200.000 barriles de petróleo que seguir apoyando a un interinato como de hecho estaban haciendo. A eso se suma en cierta medida el no invitar a Guaidó a Los Ángeles [a la Cumbre de las Américas]”, acotó el experto.
“Debo decir en gran medida en abono de los Estados Unidos, que sus promotores [de la cumbre] conversando con presidentes de América Latina recibieron una respuesta de que algunos más no vendrían a la reunión porque no estaban dispuestos a sentarse con Guaidó porque no consideraban que realmente ejercía el gobierno. Entonces, la medida que tuvo que tomar el gobierno de Estados Unidos fue esa [no invitar a Guaidó]. Si es aceptable o no, es otro problema. Para mí el gobierno de Estados Unidos sigue adaptándose a las medidas que toman ciertos gobiernos radicales por las que podrían tomar sus verdaderos y auténticos amigos.
“Les decía los otros días a algunos dirigentes de la oposición venezolana que tendrían que leer el poema de Rudyard Kipling que dice: ‘Si todos tus amigos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado, estarás bien’. Nuestro mejor amigo es Estados Unidos, pero no debemos contar demasiado con él porque tiene demasiados intereses que prevalecerán sobre los nuestros”, concluyó Arria.
@FloresJudith7
Jflores@diariolasamericas.com
Leave a Comment
Your email address will not be published. Required fields are marked with *