Por Leonardo Rodríguez Alonso.

Santa Clara, 2 de agosto de 2016.— En horas de la tarde de hoy acompañado del Pastor Bautista Mario Félix Lleonart Barroso y la misionera Yoaxis Marcheco visitamos al hermano Guillermo “Coco” Fariñas en su casa, donde permanece en huelga de hambre y sed, a catorce días de haberla iniciado.

Los que conocemos al Coco nos percatamos como va deteriorándose, los mareos y náuseas lo acompañan y es de esperar que en algún momento pierda el conocimiento, requisito que a petición suya sería necesario para que fuera llevado al hospital.

Fariñas nos reiteró su irrevocable demanda al gobierno del general Raúl Castro que deje de golpear a los opositores y que cese el robo de sus propiedades.

Todo el tiempo que duró nuestra estancia allí en el que se abordaron varios temas pudimos llegar a la conclusión de que los órganos de la Seguridad del Estado están haciendo lo indescriptible por desacreditar al Coco, quien nos reiteró que llevará su huelga hasta las últimas consecuencias.

Nos despedimos de Fariñas, sus familiares y amigos. Quedamos impregnados de su fe en la victoria, pero lo que más nos impresionó fue su convicción, su optimismo, su coherencia y su capacidad de discernimiento.

Estamos convencidos de que ni los detractores de ese método de lucha no deberían dejar de ser solidarios con quien ha decidido echarse la Patria a cuestas.

Pedimos no descansar hasta convertir la demanda de Guillermo Fariñas en la voz por la justicia hacia el pueblo de Cuba, el camino para salvar la vida de la nobleza personificada en pos de una causa.