El periódico oficial Juventud Rebelde (JR) pidió este lunes “esclarecer” las circunstancias de la muerte del opositor Adrián Sosa, fallecido “en condiciones sin aclarar” el pasado mes de marzo.

En la sección “Acuse de recibo” de JR se publicó una carta de Ana Bella Sosa Sánchez, residente en el Vedado en La Habana y tía del opositor (quien era activista del Foro por los Derechos y Libertades, ForoDyL, y también integrante del equipo de Estado de Sats).

Ana Sosa en su misiva relata los acontecimientos en torno a la muerte de su sobrino y el actuar de las autoridades que “no le hicieron autopsia, no lo llevaron a Medicina Legal, no dejaron velarlo en la funeraria ni cremarlo”.

“Esta carta me parece que llega ahí por error. Evidentemente la Seguridad del Estado no debe haber visto esa carta y por eso está en JR y ya es demasiado tarde para revertir eso. La carta da muchos detalles sobre lo irregular en el procedimiento en la muerte de Adrián”, explicó a DIARIO DE CUBA el activista Antonio Rodiles, del ForoDyL.

El semanario oficial se refiere a Adrián Sosa como un “hombre a simple vista saludable, de 48 años”. Asimismo, afirma que fue “encontrado muerto en su casa, en condiciones que aún la familia no se explica”.

El 7 de marzo Sosa no respondió al teléfono ni en la tarde ni en la noche. El 8 de marzo en la mañana dos vecinas preocupadas vuelven a insistir en localizar a Sosa y acuden a la doctora del consultorio de la zona, Yiriam Muñoz Rodríguez.

La especialista “llega al lugar y encuentra la puerta entreabierta, y detrás estaba el cuerpo de mi sobrino tirado en el suelo, ya muerto. En ese momento ella indicó llamar a la policía y que no se tocara el cadáver. La doctora no tenía modelos para certificar el fallecimiento'”, detalló Ana Sosa.

Ese día 8 la Policía arribó a la casa del opositor “e indicó a José Blanco, tío por parte de madre, que levantaran el cuerpo, lo bañaran y lo vistieran”, explicó Ana Sosa.

“Cuando llega el doctor Mario Borrego, certificó que mi sobrino había muerto a las 3:30 pm (del día anterior) de una trombosis pulmonar. A las 9:00 pm llegó el carro funerario para sacar el cuerpo de la casa. Se encontraba (…) cianótico desde la cabeza hasta los hombros y con el abdomen hinchado”, abundó la anciana.

JR señala que la tía “se inquietó” porque “en ningún momento el cuerpo se trasladara a instancias de Medicina Legal para determinar con máxima exactitud las causas y circunstancias del fallecimiento”.

“Cuando el cadáver llega a la funeraria de Marianao, la controladora Ismara Martínez nos dice que no se puede velar (…) por el deterioro que tiene”, contó Ana Sosa.

Tampoco pudieron incinerar el cuerpo, porque en el propio tanatorio les dijeron que “el cadáver estaba muy descompuesto y no lo iban a aceptar en el crematorio; también nos dijo que no se podía trasladar (…) para Medicina Legal por la misma razón”.

“El final fue que el cadáver fue enviado al depósito del Cementerio de Colón”, concluyó Ana Sosa.

El propio JR cataloga los sucesos vividos por la familia Sosa como “un angustioso proceso”.

“¿Por qué tardó tanto en llegar el carro fúnebre? ¿Acaso no se debió profundizar investigativamente, en coordinación con Medicina Legal, para saber todo lo referente al deceso, máxime tratándose de un hombre aún joven y sin declarados problemas de salud? ¿Por qué se decidió de facto que no sería posible la cremación sin al menos intentar gestionarla? Urgen aclaraciones”, concluyó JR.

Por su parte, Rodiles reafirmó que esta carta de la familia “verifica todas las dudas que nosotros tuvimos con su muerte tan repentina y tan dura. No quedaba claro qué había pasado. Es evidente que hay detalles para nada aclarados y que la propia familia está exigiendo una respuesta”.

Además, el opositor recordó que Sosa había sufrido la “represión” del régimen por ser un disidente.

“La Seguridad del Estado intervino para boicotearle una pequeña cafetería que tenía su tío por parte de madre. En su casa recibió la ‘visita’ del agente de la Seguridad del Estado, Yordan, uno de los que más hostiga a la oposición y que arrestó a Adrián en varias ocasiones. El agente Yordan llegó incluso a revisar sus libros”, relató.

Rodiles abundó: “Hace falta que se haga una investigación sobre esto, aunque sabemos cómo son las investigaciones en este país. Pero la denuncia tiene que estar y que constar porque no es el primer caso de opositores hombres jóvenes que fallecen. Hay varios casos de estos y siempre se alega que tienen problemas en el corazón. Ahora estamos leyendo (en el caso de Adrián) de una trombosis pulmonar cuando realmente ni siquiera se le practicó la autopsia”.

Otro caso reciente es el del pasado 24 de febrero, cuando el activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), Hamell Santiago Maz Hernández, murió en prisión “de un infarto”, según dijeron dos oficiales del Ministerio del Interior a la esposa del fallecido, Milfre de la Caridad Reyes Reyes.

“Nosotros tenemos muchas dudas de cómo ocurrió el hecho. Ese lunes (6 de marzo) Adrián había visitado mi casa y el jueves avisan a Claudio (Fuentes) que había muerto. Él había referido algún problema de catarro, pero realmente nada como para que hubiera muerto”, rememoró Rodiles.

Sosa en uno de los vídeos de Estado de Sats opinaba sobre la llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU que “el régimen de La Habana está consciente de que lo que se acerca no es nada agradable”.