abril 29, 2024. Mario J. Pentón

En la foto. Médicos cubanos posan junto a un cuadro del fallecido dictador Fidel Castro. (REUTERS/Alexandre Meneghini).

La solidaridad como negocio, así expone la periodista e historidora cubana Annarella Grimal los nexos del régimen de La Habana con el gobierno de Angola, y cómo la isla se ha beneficiado desde el fin de la guerra civil con negocios multimillonarios en ese país.

Angola, el segundo mercado con mayor importancia estratégica para La Habana, utiliza la exportación de médicos y profesionales como una manera de financiar el ineficiente sistema de corte soviético.

“Por ejemplo, Angola le paga a Antex, la empresa de los militares cubanos que gestiona el negocio de la solidaridad, unos $5,000 dólares como promedio por cada médico. Los médicos solo reciben $1.200”, dijo Grimal.

La serie de reportajes publicada en el medio independiente elTOQUE, con la colaboración de CONNECTAS, muestra cómo la empresa de los militares cubanos se queda con la mayor parte del salario que paga Angola por los profesionales.

“Antex se lleva tres tajadas de ese pago: primero por ser la intermediaria entre el gobierno de Angola y los profesionales. Sólo por esto se lleva del 76 al 91% del salario de los colaboradores. Otro método que utilizan es no pagar el mes de vacaciones de los trabajadores, con lo que se quedan con el 8,3% del dinero, y los descuentos por el Partido Comunista o por indisciplinas”, explicó la autora de la investigación.

Según el Observatorio de Libertad Académica, el pago del Gobierno angoleño a Antex para la contratación de personal en la Educación y la Cultura ronda los $6.000 y hasta $7.000 dólares mensuales.

En esta investigación se obtuvo información de más de 30.131 contratados entre 2012 a 2023. Cálculos conservadores arrojan que Antex recibió de Angola cerca de $1.808 millones para el pago de salarios a los profesionales cubanos en los últimos 12 años. La mayor parte del dinero pasó directamente al régimen.

“Los cubanos en contratos estatales son vigilados y coaccionados; no pueden relacionarse, expresarse, ni moverse libremente, y carecen de garantías mínimas o compensación para la protección de sus derechos y su propia integridad física”, apuntó Grimal.

De acuerdo con la investigación, dos médicos cubanos fallecidos en Angola desde 2020 aún no han sido repatriados a la isla, y 200 ex colaboradores esperan desde 2021 por su equipaje valorado entre 5 mil y 10 mil dólares, cada uno.

Grimal explicó que Cuba no solamente lucra con la exportación de servicios a Angola, sino que tiene vinculación directa con empresas y ha llegado, por ejemplo, ha obtener el 20% en exploración de algunos pozos de petróleo y minas de oro.

“Cuba tiene prioridad en todas estas inversiones por la historia que comparte con África, pero también porque tiene personal en las esferas más elevadas del poder en Angola. En el círculo más estrecho de seguridad del presidente João Lourenço existe personal cubano. También en el Servicio de Inteligencia Externa del país hay cubanos”, dijo Grimal.

La investigación fue documentada con reportes de la prensa local, datos de los gobiernos angolano y cubano, así como testimonios y documentos de las misiones cubanas en Angola entregadas por médicos que escaparon de la misión.

Como ha ocurrido en otros países, el régimen utiliza las misiones médicas como una vía para vender sus productos farmacéuticos, desplazando a la industria local. En Angola, Cuba gestiona farmacias donde vende productos no solamente médicos, también comercializa perfumes y aguas de tocador.

Además de las farmacias, han abierto sucursales como la Clínica estomatológica Meditex-Alvalade y en 2011 inauguraron el Centro Oftalmológico dependiente de Meditex, atendido por especialistas cubanos.

“Los medicamentos, sangre y hemoderivados que Cuba vende en Angola no están disponibles para los cubanos de la isla. El discurso sobre la inversión en salud de las ganancias del régimen por la exportación de médicos cubanos se derrumba con datos. En los últimos cinco años, la dictadura no ha destinado ni el 5% de los recursos que gana en estas misiones en la salud”, comentó la periodista.

“El régimen invierte 18 veces más en construir hoteles que en salud y educación. Para eso utilizan las ganancias de las misiones médicas”, concluyó.