Diario las Americas. Abril 24, 2023. Suman 168 pacientes de hemodiálisis entre ambos hospitales provinciales de Cuba, de los cuales alrededor de 90 pacientes estarían contagiados con hepatitis C LA HABANA.- Una persona fallecida y decenas contagiadas con hepatitis C es el saldo de las violaciones a las medidas de bioseguridad durante el procedimiento de hemodiálisis
Diario las Americas. Abril 24, 2023.
Suman 168 pacientes de hemodiálisis entre ambos hospitales provinciales de Cuba, de los cuales alrededor de 90 pacientes estarían contagiados con hepatitis C
LA HABANA.- Una persona fallecida y decenas contagiadas con hepatitis C es el saldo de las violaciones a las medidas de bioseguridad durante el procedimiento de hemodiálisis en dos centros asistenciales de Holguín Cuba.
Allegados a la víctima fatal, pacientes y sanitarios del Hospital Clínico Quirúrgico “Lucía Íñíguez Landín” y el Hospital Universitario “Vladimir Ilich Lenin” bajo condición de anonimato, la alta incidencia de contagios en ambos centros de salud, reseña el portal web CubaNet.
Dianet Betancourt Pérez, de 39 años, murió el pasado 15 de abril en el hospital Clínico Quirúrgico tras contagiarse de hepatitis C durante su habitual procedimiento de hemodiálisis, confirmaron fuentes relacionadas con el caso.
Su esposo, Mauricio Torres Mora, agradeció públicamente en su perfil de Facebook las muestras de simpatía y el apoyo del personal de salud y allegados.
“Muchas gracias a familiares y amigos por todos los mensajes de condolencias por el fallecimiento de mi esposa el pasado sábado 15 de abril y en especial a todo el personal del servicio de Nefrología del Hospital Clínico Quirúrgico”, escribió Torres Mora en la red social.
Una fuente cercana a la víctima precisó a CubaNet que, aunque “fueron 16 las personas contagiadas con hepatitis C, ella no lo soportó porque estando ingresada cogió un hongo y se murió”. No obstante, un galeno del hospital que pidió proteger su identidad dijo a este medio que el número de pacientes contagiados era “mucho mayor”.
Un paciente que estaba contagiado con hepatitis C habría afectado al resto de pacientes. ¿Será que esas máquinas no las esterilizan?”, se pregunta la persona allegada a la fallecida.
Según el criterio de nefrólogos holguineros de ambos centros hospitalarios consultados bajo condición de anonimato para evitar represalias en su contra los contagios se deben a violaciones sistemáticas de normas de bioseguridad.
Los contagiados
“Se han contaminado muchos pacientes con hepatitis C”, dijo una extrabajadora del servicio de Nefrología del Hospital Lenin que aún mantiene contacto con sanitarios y pacientes.
De 60 pacientes de hemodiálisis en dicho hospital, solo siete no se contagiaron con hepatitis C, aseguró.
Por su parte, un médico que hasta hace poco brindaba servicios en el Hospital Clínico Quirúrgico “Lucía Íñíguez Landín” asegura que “son más de 100 pacientes” los que requieren el procedimiento de hemodiálisis en ese centro de salud.
En total, suman 168 pacientes de hemodiálisis entre ambos hospitales provinciales, de los cuales alrededor de 90 pacientes estarían contagiados con hepatitis C, según los testimonios recabados por CubaNet entre familiares, pacientes y sanitarios, dada la falta de información y datos oficiales.
La hepatitis puede convertirse en crónica y llevar a complicaciones fatales. Las causas más frecuentes de infección con este tipo de virus son las prácticas de inyección poco seguras, la nula o deficiente esterilización de material médico o la reutilización de agujas y jeringuillas, así como las transfusiones de sangre y productos sanguíneos sin analizar correctamente.
La extrabajadora del Hospital Lenin consultada precisó que en otros países los dializadores o filtros del equipo de hemodiálisis solo se usan una vez para impedir la transmisión de enfermedades, mientras que en Holguín las autoridades sanitarias “están solicitando hasta 15 reúsos de los dializadores”.
La hemodiálisis es un procedimiento médico que sustituye las funciones del riñón y se realiza a pacientes que padecen de insuficiencia renal crónica extrema. Por cuestiones económicas, en ocasiones algunos centros de salud recurren a la reutilización del filtro y otros componentes del equipo, lo que requiere su limpieza, desinfección y esterilización.
No hay jabón
Sin embargo, las normas de higiene tampoco se cumplen como deberían porque no hay con qué, lamenta la misma fuente. “No se lava la fístula”, detalla, en referencia al conducto de acceso a la vena para los pacientes que necesitan tratamientos regulares de diálisis.
“El otro día supe que había una sola aguja, una jeringuilla y un solo par de guantes por paciente. No hay nada. Ni jabón”, señaló para dar señas del deficiente lavado de manos por parte del personal sanitario que asiste a los pacientes en las salas de hemodiálisis.
En diciembre de 2022 trascendió que la dirección administrativa del Hospital Lenin indicó a sus trabajadores traer sus propios jabones para el lavado de manos y demás normas de higiene, así como detergente, pues el hospital y la dirección provincial de salud no podían garantizarlos, según reportó el sitio CiberCuba.
Una ocurrencia que se repite
En el Hospital Clínico Quirúrgico todo comenzó en septiembre del año pasado. Fue un brote causado por el reúso de los insumos para hacer el tratamiento dialítico y por la mala manipulación de las vías de acceso del personal, dijo uno de los especialistas consultados.
“Yo me había enterado de alrededor de ocho pacientes [contagiados], pero después ha habido algunos más”, agregó. De acuerdo con el médico, los brotes de la enfermedad se dan por la explotación de equipos e insumos para hacer hemodiálisis sin observar las medidas para su uso.
“Sin embargo, el Instituto Nacional de Nefrología de Cuba exige más de 12 reúsos cuando está totalmente contraindicado por el fabricante de dichos insumos”, lamenta.
Según aclara, no ha sido el único que ha señalado los peligros de esta práctica a las más altas autoridades de Nefrología en el país. Otros especialistas han advertido del peligro que representa para la vida de sus pacientes la falta de insumos y medicamentos, pero los dirigentes les reiteran que “no hay”, y les piden que trabajen con las escasas asignaciones disponibles.
“Aquí hay que hacer lo que ellos digan, aunque no tengan razón, además, para poder hacer reúsos de calidad se necesita ácido peracético, y sobre todo en mayo, junio, julio, y agosto del año pasado hubo un déficit grandísimo de eso”, precisó.
Otros casos en otras provincias
En contraste, la plataforma oficial Infomed anunciaba en abril del propio 2022 que todos los recursos para las hemodiálisis en Holguín estaban garantizados y culpaba al embargo estadounidense por la necesidad de “reusar los dializadores y en ocasiones las cánulas de punción de la fístula arteriovenosa”.
Pero la situación de escasez no afecta solo a Holguín, sino a toda la Isla. Recientemente, Roberto Borges Leal, un paciente con insuficiencia renal crónica residente en Camagüey recurrió a las redes sociales para denunciar que en su provincia se habían suspendido las hemodiálisis porque no había dializador ni ramas para hacer hemodiálisis.
El año pasado, la joven madre Leiny Rodríguez expuso en Facebook las pésimas condiciones de la sala infantil de hemodiálisis del Hospital Pediátrico “José Luis Miranda” de Villa Clara, donde su hija estaba siendo atendida.
En 2019 y 2020 Rodolfo Palmero Romero, también paciente de hemodiálisis y positivo a la hepatitis C, denunció en entrevista con CubaNet el reúso de las agujas de canalización de venas en el servicio de Nefrología del Hospital General “Agostinho Neto”, de Guantánamo, y la falta de insumos médicos indispensables para el procedimiento médico.
Cuba dispone de unos 700 equipos para realizar hemodiálisis; la mayoría de ellos tienen varios años de explotación y se mantienen operando gracias a la contribución de innovadores, según reconoció Luis Pérez-Oliva Díaz, presidente de la Sociedad Cubana de Nefrología, en agosto pasado.
Fallos en el protocolo sanitario
Para evitar contagios de enfermedades transmisibles, se deben realizar pruebas de función hepática a los pacientes durante sus chequeos mensuales (TGP y TGO). Si estas dan alteradas, se realizan de nuevo para confirmar su valor, y se procede a otras pruebas clínicas como ultrasonidos, PCR, etc.
Hay una máquina de hemodiálisis especial para los pacientes sospechosos de hepatitis hasta confirmar su diagnóstico. Una vez diagnosticados, se trasladan al cubículo de los pacientes positivos a hepatitis C.
Pero “es evidente que el protocolo está fallando”, consideró el nefrólogo holguinero consultado. “La hepatitis C es por contacto, y casi siempre es por mala manipulación o por aumento de la carga viral en los dializadores y las ramas que se reúsan, ya que no se esterilizan bien por falta de insumos (…); también puede ser por transfusiones mal procesadas”.
“La otra parte de todo eso es que la mayoría de los reactivos para PCR del país están vencidos; así que a veces llegan resultados ‘falsos positivos’ que provocan que inmediatamente al trasladarlos se contagien en el cubículo de los positivos”, advirtió.
Hepatitis C en pacientes renales crónicos
Datos del Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) y de la Coalición Global por la Eliminación de la Hepatitis indican que en la Isla hay más de 4.500 pacientes en hemodiálisis, lo que representa un aumento de, al menos, 1.500 casos desde 2018.
Además, se registran 1.000 personas con trasplante renal y unos 200 nuevos contagios de hepatitis C cada año (más de 200.000 pacientes padecen la enfermedad crónica en el país).
La hepatitis C constituye una importante causa de morbilidad y mortalidad en pacientes con insuficiencia renal crónica en diálisis o trasplantados.
En Cuba, no solo aumentan los contagios y los pacientes en hemodiálisis, sino también las muertes por complicaciones asociadas a la hepatitis C. Cifras oficiales advierten de un incremento de la mortalidad en este sentido, que va desde 36 fallecidos en 2003 a 89 en 2021.
Gráfico elaborado a partir de datos de la OMS y el MINSAP
Los números muestran un patrón ascendente desde 2005 hasta 2014, año en que se reportaron 116 fallecimientos. Desde entonces y hasta 2021 se observa una tendencia a la disminución.
En las últimas dos décadas, unas 1.454 personas han muerto en Cuba por causas asociadas a la infección por hepatitis C.
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