Musk dijo que pedirá una exención para dar servicio de conexión a Internet satelital al pueblo iraní, y ante la pregunta de si podría hacer lo mismo con la dictadura cubana, contestó: “Ok”.

• Redacción de CiberCuba.    | 20/09/2022 Starlink y Elon MuskFoto © Starlink

El presidente ejecutivo de Tesla Inc, Elon Musk, abrió la puerta a la posibilidad de llevar su servicio de Internet a Cuba.

El magnate sudafricano respondió con un escueto “Ok” a una pregunta que le hizo en su cuenta de Twitter Agustín Antonetti, argentino defensor de los derechos humanos.Musk compartió un tuit en el que anunciaba que Starlink -el servicio de conexión a Internet satelital de su compañía SpaceX- ya está activo en todos los continentes, “incluida la Antártida”.

Un internauta que se identifica como investigador, escritor y periodista, le preguntó si es técnicamente posible proporcionar Starlink al pueblo iraní, algo que “podría ser un cambio de juego para el futuro”, señaló.

“Starlink pedirá una exención a las sanciones iraníes en este sentido”, respondió el multimillonario.

Fue entonces cuando Antonetti, conocido activista contra el régimen castrista, le preguntó.

“¿Podrías hacer lo mismo con otros países bajo una dictadura como Cuba, por ejemplo? Salvarías muchas vidas”, escribió. A lo cual Musk solo contestó: “Ok”.

“Starlink es una esperanza para la lucha por la libertad en Latinoamérica, confiamos en ustedes, muchas gracias por su ayuda”, agregó Antonetti.

A pesar de que Musk tenga voluntad de ofrecer acceso a Internet en Cuba desde el espacio mediante Starlink, esta opción presenta muchos obstáculos.

Los satélites actúan como relés (interruptor) entre personas en ubicaciones remotas y estaciones terrestres que están conectadas a la web a través de cables de fibra óptica. Para conectarse, el usuario debe estar lo bastante cerca de una de estas estaciones conectadas a la web, y tener un teléfono satelital o una computadora conectada a una antena parabólica.

El primer requisito se cumple, porque gran parte de la superficie de Cuba parece estar dentro del alcance de al menos una estación Starlink en Punta Gorda, Florida. Pero poquísimos cubanos tienen un teléfono satelital o una antena parabólica Starlink. El régimen controla el acceso a esos equipos y no permite su entrada al país.

La única señal satelital capaz de ser recibida por los teléfonos móviles es la del servicio GPS, pero la comunicación en ese caso sería unidireccional, solo desde el satélite hasta el móvil, y no en la dirección inversa, por lo cual el usuario no podría usar Internet ni intercambiar paquetes de datos.

También existe el obstáculo legal de que transmitir Internet hacia un país en contra de la voluntad de su gobierno es una violación del derecho internacional.

Por ahora, los cubanos se conectan a través de redes privadas virtuales (VPNs), que han permitido a las personas que viven bajo regímenes represivos en todo el mundo evadir la censura en línea.

Los cubanos las usan cada vez más, pese a la censura del gobierno.

El 15 de julio, cuatro días después de las históricas protestas, casi 1.4 millones de usuarios únicos de Cuba se conectaron a la red mediante Psiphon, una herramienta de elusión para móviles y ordenadores que posibilita acceder sin limitaciones a Internet.

Para el año que viene, la señal satelital de Musk podría llegar directo a los celulares.

El empresario aseguró a finales de agosto que Starlink será capaz de transmitir señal directamente a los teléfonos móviles. No obstante, no será una red pensada para sustituir a las actuales conectividades de red 4G y 5G, sino un apoyo básico para evitar las zonas muertas de cobertura.

El magnate de las tecnologías, nacido en Pretoria en 1971 y nacionalizado canadiense y estadounidense, es un físico, programador y empresario cuya fortuna lo situó este año como la persona más rica del mundo, con un patrimonio neto estimado en unos 252 mil millones de dólares.