-Artículo extractado.

04 de septiembre de 2022 – Por Leonardo Morales 

Más de 500.000 millas cuadradas en territorio de Estados Unidos no tienen cobertura de telefonía celular. El magnate Elon Musk se propone acabar con eso.

MIAMI– La tecnología en el mundo se aceleró vertiginosamente en los últimos 15 años y la dependencia del ser humano a sus ventajas es cada vez más evidente.

Millones de turistas en cruceros, zonas montañosas, transportistas o residentes en lugares recónditos han necesitado y reclamado los avances de la tecnología moderna en las llamadas “zonas muertas” o zonas sin acceso a la red celular.

Más de 500.000 millas cuadradas en territorio de Estados Unidos, equivalente al 14% del territorio nacional, no tienen cobertura de telefonía celular, pero eso podría cambiar.

Los multimillonarios Elon Musk, dueño de Tesla y SpaceX, y Mike Sievert, presidente ejecutivo de la compañía T-Mobile, anunciaron un nuevo proyecto basado en los satélites de nueva generación Starlink, propiedad de Musk.

Los nuevos satélites -que serían lanzados en el 2023- se encargarían de eliminar casi todo el espectro de las “zonas muertas” en EEUU.

Tanto Musk como Sievert afirman que el moderno sistema satelital Starlink podrá comunicarse directamente con los teléfonos celulares, permitiéndoles enviar mensajes de texto, hacer llamadas y potencialmente transmitir videos, incluso cuando no haya torres de telefonía celular que lo permitan.

El nuevo servicio para teléfonos celulares

El servicio consiste en poder acceder a la nueva red mediante grandes y potentes antenas de unos 270 pies cuadrados (25 metros cuadrados). Las antenas, extremadamente avanzadas, tendrían que captar la señal de cada teléfono celular y luego la de un satélite que viaja a 17.000 millas por hora.

El servicio de T-Mobile funcionaría de manera similar al “roaming de datos”, donde el celular de un cliente busca el servicio y al no encontrarlo se conecta al satélite.

Lo más relevante de esta noticia es que la innovadora red se implementaría con los mismos teléfonos inteligentes que se utilizan en la actualidad, sin que los consumidores tengan que adquirir ningún dispositivo o equipo adicional.

Musk explicó que la cobertura se divide en zonas de celdas grandes y cada zona con una conectividad de 2 a 4 MB, lo que permite entre 1.000 y 2.000 llamadas de voz por celular o millones de mensajes de texto, pero el servicio no proporcionará un sustituto para las estaciones de celda terrestre.

Sievert espera que la utilidad se incluya de forma gratuita dentro de los planes de precios más populares en T-Mobile, mientras que en los de menor precio se podría cobrar una tarifa mensual.

T-Mobile busca acuerdos de “roaming recíprocos” con operadores fuera de Estados Unidos para que cuando esas personas visiten Norteamérica y se encuentren fuera de la red de telefonía en parques nacionales o zonas intrincadas, también estén conectadas”.

Sin embargo, ni Musk ni Sievert son los descubridores de esta novedad.

Los descubridores

Desde hace varios años, una empresa llamada AST SpaceMobile prometió que transmitiría a los teléfonos banda ancha desde el espacio, mientras que otra empresa (Lynk Global) ha demostrado que sus “torres de telefonía móvil” satelitales permiten enviar mensajes de texto desde teléfonos comunes.

No es difícil imaginar el comienzo de una férrea competencia a partir de ahora, pero Link como AST parecen encantadas con el proyecto conjunto de Musk y T-Mobile.

El objetivo inicial de Lynk es similar al de SpaceX: se está asociando con operadores internacionales para que sus clientes envíen mensajes de texto mediante una red satelital que se encuentra en proceso de construcción.

AT&T ni Verizon ofrecen algo similar a sus clientes en estos momentos. Pero la idea promovida por T-Mobile ya despertó el interés de ambos gigantes estadounidenses de la telefonía celular.

Verizon, específicamente, ya tiene un acuerdo para conectividad satelital, aunque en una forma diferente. Está asociado con el proyecto Kuiper de Amazon, cuyo objetivo es crear una constelación de satélites similar a la de SpaceX.

Sin embargo, en lugar de hacer una comunicación directa de satélite a teléfono, el plan de Verizon es alimentar torres de telefonía remotas con servicio satelital en vez de conectarlas con fibra o cable.

En cuanto a AST y Lynk, ninguna de las dos empresas está interesada en competir en ese frente, según el propio Miller.

Comunicación por banda ancha

Por su parte, Sievert dijo que T-Mobile “está abierto a la posibilidad de hacer algo similar con Musk” y que “espera que T-Mobile algún día pueda entregar datos a través de los satélites de SpaceX, donde el objetivo expreso de AST es operar redes 4G y 5G”.

La idea de la banda ancha será mucho más atractiva que sólo el envío de mensajes de texto y hacer llamadas desde ubicaciones remotas. Las apuestas se encaminan hoy hacia ese propósito.

Para que el proyecto de Musk y Sievert funcione fuera del territorio estadounidense tienen que existir acuerdos adicionales con operadores a nivel mundial.

AST y Lynk tienen aspiraciones globales. AST obtuvo licencia para inversión y un acuerdo de exclusividad de cinco años con Vodafone, uno de los proveedores de telefonía celular más grandes del mundo. También recibió una inversión de Rakuten, un operador de telefonía móvil en Japón.

Miller manifiesta que Lynk está probando su servicio en 10 países y es capaz de proporcionarlo en una docena más.

Apple en acción

Mientras, otro gran jugador (Apple) también entró en escena y desea no quedar fuera de la comunicación comercial de este tipo. Hay rumores de que el nuevo iPhone podría comunicarse con la red satelital Globalstar para casos de emergencia.

De ocurrir esto, los clientes de Apple podrían tener esta función muy pronto y con soporte internacional desde un principio.

Globalstar tiene 24 satélites en el espacio que permiten la conexión directa, además de contar con licencias de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) y muchas otras jurisdicciones internacionales. Todo lo que Apple necesita es una autorización a través de un proceso “simple y bien definido”, indican expertos. Para las otras empresas como SpaceX, que necesitan licencia de operadores de telefonía móvil el asunto se complica.

Tim Farrar, analista de la firma de investigación y consultoría enfocada en telecomunicaciones y satélites Telecom, Media and Finance Associates, opina que la competencia comenzó desde hace más de dos años.

Históricamente, los satélites usan espectro satelital y las torres celulares emplean el espectro terrestre. Farrar confirma que la tecnología de satélite a celular la combina de manera que las reglas actualmente no lo permiten. “Es un gran cambio de regulación para que lo haga la FCC. Un tema que se ha considerado durante dos años y aún no existe una resolución”.

La “guerra” por las comunicaciones

“Habrá muchas peleas por el uso del espectro terrestre en el satélite”, comentó Farrar. “Existen preocupaciones sobre interferencias cuando AST buscaba asociarse con AT&T para probar su sistema. Ninguno de los principales operadores inalámbricos quiere que sus rivales obtengan la ventaja”.

“Claramente, la gente protestará por cualquier solicitud de uso del espectro de T-Mobile en los satélites. Y la FCC tendrá que decidir, una acción que podría demorar”.

Los planes de Elon Musk y T-Mobile aún demoran y ofrecerán tiempo a otras empresas para gestionar sus intenciones en una pugna que recién comienza.

Por el momento, la gente ya sabe que los teléfonos que utilizan actualmente pueden comunicarse de manera directa con un satélite y querrán poseer lo último en tecnología para que desde cualquier parte del mundo y bajo cualquier eventualidad la comunicación sea posible.

lmorales@diariolasamericas.com