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Durante 2015 llegaron a la Isla 3.524.779 visitantes extranjeros, según las últimas cifras oficiales, un crecimiento de un 17,4% en relación al año anterior. La escasez de productos afecta a la población, que no encuentra forma de suministros, ni siquiera pagando altas sumas de dinero. En algunas zonas, primero faltan las botellas de agua, después escasean los jugos envasados y ahora es difícil encontrar frutas frescas.

Las tarimas de los mercados se resienten ante el aumento en la demanda. Los turistas buscan productos como frutas frescas, langosta, camarones, ron, cerveza, tabaco, y los vecinos que tienen que ir a buscarlos a otros pueblos.

Las producciones locales de las cervezas Cristal y Bucanero “están perdidas porque los yumas vienen con mucha sed”, ironiza un camarero. El problema es el suministro en las tiendas, y las familias están desesperan tratando de encontrar productos como papel sanitario, leche, jabones y bebidas alcohólicas o azucaradas.

La Habana Vieja mantiene sus habituales problemas de suministro de agua y, con la avalancha de clientes en los alojamientos estatales y privados, el precio de los camiones cisternas se ha disparado también.

El crecimiento de visitantes también se nota en la disponibilidad de transporte. En el Aeropuerto de La Habana, un turista puede esperar como promedio entre una hora y media y dos horas desde que su vuelo aterriza hasta que logra salir por la puerta con sus maletas. “No hay papel sanitario en los baños y ningún lugar donde comprar siquiera una botella de agua aquí adentro”, protestan los viajeros.

La situación puede agravarse a lo largo de este año cuando se espera superar la cifra de 3.700.000 de visitantes, explicó la viceministra de Turismo Mayra Álvarez García, lo que significa 175.200 turistas más que el año pasado, reporta 14ymedio.