Por: Ernesto Eimil Reigosa. Actualizado: 28 de diciembre de 2023 ¿Es verdad que van a quitar la libreta?». «¿Venderán estos productos subsidiados en las mipymes?», se preguntaron algunos cubanos en redes sociales a principios de diciembre. El rumor llegó en medio de una profunda crisis económica y social y en un contexto donde la llamada cartilla de racionamiento
Por: Ernesto Eimil Reigosa. Actualizado: 28 de diciembre de 2023
¿Es verdad que van a quitar la libreta?». «¿Venderán estos productos subsidiados en las mipymes?», se preguntaron algunos cubanos en redes sociales a principios de diciembre. El rumor llegó en medio de una profunda crisis económica y social y en un contexto donde la llamada cartilla de racionamiento sí va a tener algunos cambios.
Algunos de los mensajes que circularon hablaban de una «eliminación gradual y estudiada», y que se sustituiría el documento actual por uno nuevo dirigido a «personas jubiladas» y «asistenciadas sociales».
Esto fue desmentido por la prensa oficialista. Sin embargo, el primer ministro Manuel Marrero Cruz advirtió en la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) el 20 de diciembre, que sí se reducirían algunos subsidios próximamente. El objetivo, según explicó, sería «subsidiar a personas y no a productos». Es decir, que no todo el mundo podrá acceder a los productos normados.
«No es justo que reciban lo mismo los que mucho tienen que los que muy poco tienen. Hoy nosotros le subsidiamos lo mismo a un ancianito pensionado que al dueño de grandes negocios privados que tiene mucho dinero», dijo el funcionario.
Marrero señaló al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social como el encargado de identificar quién necesitaría los subsidios. El primer ministro señaló, además, que esta clasificación sería implementada en las próximas semanas y meses, sin dar más detalles ni aclarar la fecha en la que acabaría la universalidad de la libreta.
¿Cuándo surgió la libreta de racionamiento?
La libreta se instauró hace 61 años, en 1962, como respuesta a la escasez de artículos de primera necesidad, según argumentó entonces el régimen de Fidel Castro. Se trata de un mecanismo de racionamiento que regula la cantidad de suministros de la canasta básica que recibe la ciudadanía. Estipula la cantidad y frecuencia con la que los cubanos pueden adquirir estos productos en las llamadas «bodegas», establecimientos estatales de distribución.
Para el economista Elías Amor, este racionamiento «es un método de dominación y control». Amor señaló que se trata de «un sistema implementado por ese régimen revolucionario (…) con el rango de una política de Estado de carácter permanente».
Algunos de los artículos que se pueden adquirir (en caso de que haya disponibilidad) son: pasta de dientes, azúcar, arroz, granos, café, aceite, pollo, alcohol, cigarros, tabacos, detergente líquido, entre otros.
«La composición de esa canasta fue decidida por burócratas planificadores de la economía», explicó Amor, atendiendo a una serie de parámetros que, para él, no tenían un basamento sólido.
En los últimos meses una parte de la ciudadanía ha denunciado la escasez de víveres racionados en sus barrios. «2 de diciembre y mi bodega (Santos Suárez, La Habana) no ha entrado NADA», escribió el activista Adel Bonne Gamboa en su perfil de Facebook.
¿Cuáles fueron las últimas novedades sobre la cartilla de racionamiento?
Los últimos cambios vinieron con la resolución 101/2023, aprobada el 5 de diciembre, que introdujo como principal novedad que los emigrados que estuvieran más de dos meses fuera del territorio nacional serían dados de baja. Hasta ese entonces, el plazo máximo era de tres meses.
Ya en diciembre de 2019 se planteó en una sesión de la ANPP revisar la posible eliminación de la lista de consumidores de personas sin residencia efectiva.
El ministerio de Comercio Interior (Mincin) ha reportado en años anteriores dificultades para monitorear a quiénes emigran. Ante esta situación, en 2021 circuló un mensaje que aseguraba sanciones contra los jefes del núcleo familiar que no notificaran procesos migratorios, algo que fue desmentido por el Mincin posteriormente.
La resolución 101/2023 da el poder a las Oficodas (Oficinas de registro de consumidores) de actuar de oficio y dar de baja si ha pasado el tiempo establecido.
¿Desde cuándo existen planes para eliminar la libreta?
En el año 2011, en un contexto de planificación de reformas económicas, el Partido Comunista de Cuba (PCC) discutió su eliminación como parte de la política de reducción de «gratuidades indebidas». Así quedó reflejado en el informe del VI Congreso del Partido, celebrado en abril de 2011.
«La libreta de abastecimiento y su eliminación fue, sin dudas, el asunto que provocó más intervenciones […]; el abanico de opiniones es muy amplio, desde quienes sugieren suprimirla de inmediato, hasta aquellos que se oponen enfáticamente a su eliminación y proponen normarlo todo», reflejó el documento.
Aunque han pasado más de 12 años desde aquella reunión partidista, la decisión de suprimir completamente la cartilla de racionamiento parecía estar tomada. En otro fragmento del informe se lee: «El problema que enfrentamos no es de concepto, radica en cómo, cuándo y con qué gradualidad lo haremos».
En octubre de 2020 el presidente designado, Miguel Díaz-Canel, habló sobre la inminente unificación monetaria, que finalmente ocurrió a inicios de 2021. En un discurso televisivo, Díaz-Canel aseguró que en la primera etapa de la unificación se mantendría «vigente la libreta de abastecimientos», dando a entender que en etapas posteriores se eliminaría o reduciría.
En el siguiente video, se puede apreciar la afirmación del gobernante (0:05 segundos).
No queda claro en qué etapa de la unificación está Cuba ahora y si la eliminación de subsidios de la que habló Marrero es parte del mismo plan que anunciara Díaz-Canel hace tres años.
¿Cómo afectará la eliminación de subsidios a los cubanos?
El país se encuentra en una profunda crisis económica marcada por la escasez de productos básicos, la inflación galopante y la masiva emigración de la ciudadanía. Sólo a Estados Unidos y desde octubre de 2021 a septiembre de 2023, entraron a esa nación más de 424 mil cubanos.
Las estimaciones del Gobierno apuntan a una contracción de entre el 1 % y el 2 % del PIB, lo que acompañado con lo que ya algunos medios independientes llaman «nuevo paquetazo de medidas» pronostican un año 2024 donde la pobreza crecerá.
Las medidas, que además de la reducción de los subsidios incluyen el aumento de las tarifas de electricidad (para altos consumidores), agua y gas, tendrán muy probablemente impacto en la vida de la ciudadanía de a pie.
El programa de monitoreo y denuncia de la (in)seguridad alimentaria en Cuba, Food Monitor Program, advierte que «a pesar de las promesas iniciales de abundancia y bienestar para todos, la alimentación de los cubanos se ha visto afectada por la escasez y el racionamiento de productos básicos».
«Durante los años 90, en el Período Especial, hubo una grave crisis alimentaria que resultó en una disminución de los valores nutricionales y la aparición de enfermedades relacionadas con la malnutrición. A lo largo de las décadas, varios alimentos han sido restringidos y han desaparecido de la canasta básica, lo que ha llevado a problemas de salud como hipertensión y diabetes. Aunque hubo momentos de aparente mejoría, la situación alimentaria ha seguido siendo precaria. La crisis económica actual ha empeorado la situación, y la falta de alimentos es evidente en el país. A pesar de ello, las autoridades niegan la situación y muchos sectores de la sociedad desconocen sus derechos a la soberanía alimentaria y la seguridad alimentaria como derechos humanos», señala Food Monitor Program.
Por lo pronto no parece haber una fecha exacta para el «fin de la libreta», un proceso que parece alargarse en el tiempo y que el poder lleva discutiendo, al menos públicamente, por más de una década.
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